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Lavanda
En un campo de lavanda en la tierra del sol
encontré que la vida sabía a miel.
Cada cigarra festiva agitaba su sonajero
y el viento del mediodía bailaba la tarantela.
Las flores fueron cosechadas.
Estaba intoxicado
de alegría y estaba fuera de control.
En la lavanda azul bajo el sol de Provenza
quería darme un baño de amor y juventud.
Todas las palabras seductoras que no había dicho
se formaron en mi corazón en un alegre parloteo.
En este aire embalsamado imaginé un alma
y le di un cuerpo hecho de brasas y llamas.
Caluroso y cálido en sus brazos creí en la felicidad
Y su mirada ardiente acarició mi corazón.
Este campo azul nos ofreció una capa de fragancia!
Y me bebí los sonidos que salían de su boca.
En este sitio
encantado y vaporoso, sin poder verlo, lo sentí en todas partes.
Y no sufrí de esta incoherencia
. Por su amor, agarré la esencia.
Bajo la influencia de las flores, hice grandes proyectos
que poco a poco se convirtieron en arrepentimientos....
Yo había recogido para él puntas
de lavanda que pasaban por un calvario hacia Dios, las ofrecí como ofrenda.
Blanche Maynadier.
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