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El Relais
En voyage, paramos, salimos del coche; Luego entre dos casas seguimos a la aventura, Caballos, el camino y látigos mareados, El ojo cansado de ver y el cuerpo entumecido.
Y de repente, silencioso y verde, un valle húmedo y lilas cubiertas, un arroyo que murmura entre álamos, - ¡Y el camino y el ruido se olvidan rápidamente!
Nos tumbamos en la hierba y nos escuchamos en directo, Del olor del heno verde nos emborrachamos, Y sin pensar en nada miramos al cielo¿ ¡Ay! una voz grita: ¿¡En el coche, señores!
¿Gérard de Nerval, Odelettes
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