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Lila.
La lluvia desgarradora acaricia tu perfume
y ama el desequilibrio efímero
de gotas sedientas de savia.
En cada pétalo descubre tu hermosa
sinfonía de unidades refractadas.
Las diminutas flores, azules por la luz,
avanzan como una alegre
procesión bailando como un vals de amor.
Forsythias y peonías coronan este momento
y cortejan la alegoría.
Bajo la sublime carpa de la naturaleza
florece un velo perfumado en nuestra quimera.
Sybille Rembard.
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