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Brasil, con árboles sembrados de oro
, amo tu patria en el cielo siempre puro, el paraíso acunado entre las olas de azul, donde el sol ardiendo, como un faro de hadas, cubre el suelo de América con sus rayos. Tú eres primavera y yo soy invierno;
yo soy la tarde que cae, tú eres el día fresco y claro,
y me gusta ver el amanecer florecer. Sí, siento fuerza y alegría al venir a verte,
estás creciendo. Europa, el viejo mundo, en la historia ha vivido el rápido segundo de su vida. Serás Europa pasado mañana. Este es un momento crítico. Bueno, toma la mano del poderoso futuro que te espera. Entonces, en este vasto Brasil con sus árboles dorados, el Progreso, la Fuerza y la Claridad pasarán: Vemos en tu frente un amanecer de verano.
Víctor Hugo
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